Coralie Migeotte
Naturopatía
ALQUIMIA EMOCIONAL

Técnicas de respiración, meditación, técnicas de gestión emocional, psicosomática, biodescodificación, flores de Bach, PNL, EFT.

La nutrición emocional es tan importante como la nutrición corporal. En realidad, se trataría más bien de higiene emocional, lo cual va de la mano con la higiene mental. Para cuidar de nuestras emociones, uno tiene que reconocer su existencia y utilidad. Muy a menudo, no somos conscientes de que nos ocupan y de lo que nos comunican. Cuando no atendemos a la necesidad que hay detrás de la emoción o que no la expresamos (sea cual sea el motivo), se convierten en mensajes físicos, o síntomas. No quiere decir que se haya convertido directamente en enfermedad, ya que la escala es en general progresiva. Según la atención que ponemos en estos mensajes y nuestra comprensión de los mismos, los síntomas pueden o no evolucionar en patologías. Aunque ciertos problemas pueden originarse por malos hábitos, una dieta inadecuada o otras causas más triviales, también se tiene que preguntar sobre el origen de estas causas. Algunas veces, pueden ser tan simples como parecen, y otras veces resultan más complejas. Pero mientras la pregunta quede sin resolver, no se puede deducir una posible causa psicoemocional y, por lo tanto, tratarla.

No somos iguales frente a un mismo evento o emoción. Tenemos reacciones distintas según cómo nos afectan. Por lo tanto, los síntomas y las patologías no tienen siempre el mismo significado. Tampoco se puede predecir que una emoción tendrá tal signo físico. Por ello, es importante entender el funcionamiento específico de cada individuo y saber descodificar lo que dicen sus reacciones propias, y a veces únicas.

Para poder interpretar tales manifestaciones o mensajes, existen varias herramientas tales como la biodescodificación y la psicosomática. Como bien dice, la biodescodificación descodifica las manifestaciones biológicas, incluyendo la parte física y fisiológica. Nos permite tomar consciencia del conflicto emocional en el origen del malestar para así poder integrarlo y superarlo. Por otro lado, la psicosomática permite entender cómo una enfermedad o un síntoma se ha podido originar desde la mente. Es decir entender cómo un evento psicológico ha podido desencadenar un problema físico. Al final, ambas técnicas nos ayudan a entender la relación entre la enfermedad y su potencial origen psicoemocional. Entender esto nos permite aprender a cuidar de nuestras emociones y pensamientos, así como lo haríamos con nuestro cuerpo.